Cristina Luis Roberto


Cristina Luis Roberto
Nació el 25 de marzo de 1941 en Buenos Aires.

Su padre era Empleado Municipal y su mamá Antonia se ocupaba de las tareas de la casa y la crianza de sus tres hijxs. Roberto era el mayor, luego le seguía Mónica y finalmente Eleonora (militante del PRT-ERP, desaparecida el 16 de marzo de 1975 en Buenos Aires).

Roberto era Estudiante avanzado de Sociología y, a la vez, Docente, ejerciendo en las Escuelas Nº 7 del distrito escolar 11, y Escuela Nº 8, del mismo distrito de Flores, barrio de la Capital Federal.

Estaba casado con Ana María Molina y tenían una hijita de dos o tres años de edad.

Roberto se consideraba a sí mismo como un ideólogo del marxismo leninista y era un dirigente comunista. Provenía del Socialismo Argentino de Vanguardia y en 1965 fue uno de lxs fundadorxs de Vanguardia Comunista (VC). Desde 1968 en adelante, Roberto Cristina fue designado como Secretario General de VC, cargo en el que fue ratificado durante el I Congreso Nacional (1971) y el II (1976).

La Junta Militar declaró disuelta a VC en 1976. Entre julio y agosto de 1978, 19 dirigentes y militantes de la Vanguardia Comunista fueron detenidxs-desaparecidxs y llevadxs al Centro Clandestino de Detención “El Vesubio”, entre julio y agosto de 1978.

El 15 de agosto de 1978, una comisión que se identificó como patrulla militar perteneciente al Primer Cuerpo de Ejército irrumpió en el departamento del padre de Ana María, portando armas largas.

Le comunicaron al Secretario del Sr. Molina, quien estaba entonces en el departamento, que venían a allanar el domicilio de Roberto Cristina. El Secretario les indicó que ese domicilio estaba en el piso inmediatamente superior. Allí fueron, entraron violentamente y encontraron en el departamento únicamente a Ana María Molina, a su hija, y a un compañero de Roberto que estaba de visita, a quien detuvieron inmediatamente.

Estos miembros de la patrulla le comunicaron a Ana María que Roberto ya había sido detenido, y que venían a la casa en busca de documentación o de algún papel que pudiera comprometerlo.

El padre de Ana María, Edmundo Molina, era un íntimo amigo del General Harguindeguy, entonces Ministro del Interior, e inmediatamente fue a verlo. Harguindeguy le manifestó que no podía de manera alguna hacer un pedido a favor de Roberto porque esto era una orden impartida por el Comando en Jefe y que nadie debía inmiscuirse, ni interesarse por el accionar de las fuerzas militares en su lucha contra la subversión. Más aún, le dijo que esperara un tiempo prudencial y que, si no aparecía en ese lapso prudente, había que temer por lo peor.

Roberto fue terriblemente torturado en “El Vesubio”. Mientras era torturado, gritaba “viva la Clase Obrera, viva la Patria, viva la Revolución”.

Fue “trasladado” en septiembre de 1978. Roberto Cristina nunca apareció.