Del Río Néstor José


Del Río Néstor José
Nació el 28 de octubre de 1938 en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires.

Realizó sus estudios primarios en la Escuela Nº 22 de la calle Almafuerte. Estudió en la Escuela de Arte, Dibujo y Pintura. Se recibió de Profesor de Dibujo humorístico.

El 1º de abril de 1964 entró en la Universidad Nacional del Sur, como Laboratorista técnico preparador.

Hacia fines de 1964, en una huelga por ajuste de salarios, conoció a Susana Margarita Rodríguez. Se pusieron de novixs y se casaron el 19 de abril de 1965.

En 1970 comenzó a participar activamente del gremio de No Docentes de la UNS, ATUNS, como Secretario Adjunto, junto con Gregorio Díaz y Juan Spadavechia. Luchaba desde ese lugar por los derechos de lxs Trabajadorxs. Le decían “Coco”.

Simpatizaba con el peronismo, pero nunca militó en ningún partido político. Le gustaba la pesca, leer libros de ciencia ficción, ir al cine, a cazar, cenar afuera y viajar. En 1971 le entregaron un departamento en el Barrio Comahue y allí vivió con su familia hasta la noche del intento de secuestro.

En 1974 compró dos terrenos en La Gruta, Sierra de la Ventana, donde pensaba construir una casa. Después de su muerte, su esposa no pudo pagar más los impuestos y fueron rematadxs.

En ese año montó una fábrica de capacitores (arrancadores de electrodomésticos), con un socio y compañero de la Universidad, Ing. Ismael Luna. Después del asesinato, no se supo más de él. La fábrica fue allanada por el Ejército en busca de “material subversivo”, sin éxito, por supuesto. En 1975 nació su tercer hijx, Natalia Anahí.

En ese mismo año fue dejado cesante por el Rector interventor de la UNS, Remus Tetu, junto a otros cincuenta compañerxs. Luego fue reincorporado, pero con funciones en las Escuelas Medias de la Universidad.

El 17 de marzo de 1976, en horas de la madrugada, entraron varias personas a su departamento. Lxs vecinxs abrían sus ventanas y gritaban. Fue tanto el alboroto que lo golpearon por todos lados y lo dejaron en el piso tirado inconsciente. Se llamó a una ambulancia y se lo internó en el Hospital Municipal con traumatismo de cráneo grave.

El 21 de marzo de ese mismo año, en horas de la madrugada, varias personas desconocidas ingresaron a dicho hospital y, tras amenazar al telefonista e incomunicarlo gritándole “cuerpo a tierra”, dos hombres irrumpieron en la sala de neurología. Allí Néstor se encontraba semi inconsciente y dormido. Los hombres encerraron a las enfermeras en un baño bajo amenazas y asesinaron a Coco con ocho disparos de balas.