Olivera Rafael


Olivera Rafael
Nació el 16 de abril de 1946 en Capital Federal, barrio de Flores.

Su padre, Jorge, fue Médico Higienista del Ejército y su madre, Fanny Palacios, era sobrina del socialista Alfredo Palacios. Le decían “Santiago” o “Palito”. De joven fue parte de la Acción Católica Argentina (ACA). Recibido de Bachiller, ingresó a la Universidad Católica Argentina (UCA) para cursar la carrera de Sociología.

Conoció a Nora Rodríguez Jurado, con quien se casó en 1969 y tuvo 4 hijas. Ya graduado, partió con su esposa, becado a Alemania para seguir sus estudios.

Volvieron a la Argentina, a la provincia de San Juan, donde se desempeñó como Profesor de la Universidad Nacional de Cuyo. Abrazó la causa peronista y, como integrante de la Juventud de dicho movimiento, realizó trabajo social en los barrios más carenciados de la zona, participando activamente, además, en la vida parroquial de la Capilla de Nuestra Señora de Guadalupe.

Con su mujer seguían siendo católicxs practicantes de misa dominical. Afirmó su hija María del Rosario: “Mi padre era un hombre de fe y creía en la igualdad entre las personas”.

Se sumó a Montoneros y, a fines de 1974, junto con su esposa que abrazó la misma causa, fueron trasladadxs por orden de la organización a Mendoza, donde comenzaron a vivir en forma clandestina.

El 12 de julio de 1976, al salir de su casa de la ciudad mendocina de Guaymallén, barrio Villanueva, fue secuestrado y desaparecido para siempre. Iba en bicicleta cuando alguien apareció y trató de detenerlo. Advertido de la maniobra, “Palito” Olivera trató de escapar, pero fue herido en una pierna, golpeado en la cabeza con culatazos y secuestrado en un auto que partió raudamente. El sujeto que lo capturó resultó ser Ricardo Alberto Meneco Olivera, su primo, Jefe de Policía provincial y encargado de la Inteligencia zonal.

Tenía 30 años al momento de su desaparición forzada.